sábado, 10 de enero de 2009

UNA HISTORI TAN GRANFIOSA, FURIOSA Y PROFUNDA COMO UNA PATADA EN EL HOCICO

Esta historia real le paso a un tipo que simplemente tengo que aplaudir su magnanimidad su perfecto manejo de la situación, la puñalada final tan furiosa como una patada en el hocico que convierte al que creía ser el victimario en algo menos que un despojo de mierda simplemente leela no te arrepentirás te lo aseguro


Trataré de relatarles una historia graciosa que sucedió hace unos años:


Me hice una vasectomía.


Poco después, conocí una chica. Era bonita y atractiva, pero muy egoísta, lo cual ya me prevenía. Ella tenía 32 años en esa época y yo prácticamente podía OIR su reloj biológico funcionando. Aún a pesar de eso era una compañía razonablemente buena.


NUNCA le dije sobre mi vasectomía y siempre usé preservativo para protegerme contra enfermedades de transmisión sexual. Ella asumió, obviamente, que el preservativo era para prevenir la natalidad. Tonta.


Salimos un par de meses. Nunca hablé de compromiso, pero ella ocasionalmente lo hacía. Para mi era una relación casual pero placentera. Para ella –como más tarde yo descubriría- era sólo una parte en una cadena de eventos cambia-vidas que ella estaba calculando muy cuidadosamente.


A los cuatro meses de salir me llega con la charla de “estoy embarazada”. Ella habló y habló sobre cómo el preservativo debe haberse roto y que ahora debíamos pensar en el casamiento “por el bebé”. Está realmente confundida. Tiene un bebé adentro y cree que va a tener un jugoso proveedor (yo) para mantener su nueva adquisición.


En este punto, también yo me mareo. Tuve que frenarla. Se me ocurrió que se habría acostado con algún hijo de puta y habría quedado embarazada. Buena cosa haber usado preservativos. Mejor aún mi misoginia.


Así que me tomo unos días para “pensar sobre todo esto”. La veo de nuevo. Le digo que no quiero niños y que tiene que abortar. Sé adónde va todo esto y seguro que allí va: ella se vuelve completamente loca contra mí. Estuvieron los insultos habituales contra mi masculinidad. Hubo amenazas de medidas legales. Todo fue una mierda. Y yo saboreaba placenteramente cada minuto de esa mierda.





Bien, la dejé cocinarse unos días. Me dejaba mensajes terribles en mi celular. Mandaba mails horribles. Yo me reía histéricamente.



Era hora de dar el martillazo. Mientras ella se cocinaba, yo estaba ocupado. Primero obtuve una copia bajo notario del urólogo que me hizo la vasectomía. Después obtuve copias, también bajo notario, de DOS tests que arrojaban un “test negativo de esperma” para mostrar que soy estéril y mi semen no sirve. Finalmente, obtengo una carta de un abogado tiburón diciendo que él había visto todo lo anterior y estaba preparado para litigar contra esta mujer si continuaba comunicándose conmigo de esa manera hostil. Además, la carta decía que insistiremos en un test de ADN para mostrar que el bebé no era mío. Estoy listo.




Fui a verla a su casa. Llevé flores y unas joyas baratas para mostrar que estoy dispuesto a reconciliarme y asumir mis nuevas responsabilidades de padre. También llevo en el bolsillo los documentos que preparé.




Ella está conforme. Su plan está yendo perfectamente bien –o al menos eso es lo que cree-. Hablamos de nuestro futuro. Tenemos muy buen sexo. Después, antes de irme, le hago la pregunta. “¿Estas segura que el bebé es mío?”.





Se pone como loca de nuevo. Mierda, tiene que ponerse así. Su plan podría colapsar completamente si hay ALGUNA duda sobre mi paternidad. Grita realmente alto. Que cómo me atrevo a cuestionar su moral. Que si pienso acaso que es una puta. Que sólo estoy intentando evadir mis responsabilidades… bla bla bla




Realmente no estoy nervioso. Sólo tengo vergüenza ajena. Pero como no se calla y los vecinos escuchan todo, le pido que se calme y se siente. Se sienta en el sofá, se calma un poco. Me observa con todo el auto-bombo moral que sólo una mujer puede darse. Piensa que me tiene atrapado. Está 100% convencida que su plan funcionó. Oh, la delicada maraña de mentiras y engaños que ha construido alrededor suyo y que voy a destruir con unos papeles.





Busco lentamente en mi bolsillo. Saco los tres papeles y los desdoblo deliberadamente lento.



Simplemente, le digo: “Estás jodida”.



Su expresión no cambia. No hay forma en que ella sospeche lo que le he preparado.



Continúo: “Soy estéril”



Su expresión cambia, pero sólo un poco. La mentira comienza a hundirse. Naturalmente, ella vuelve a aplicar la lógica femenina: “Es mentira. Estás atrapado, lo sabés”.



Le muestro la carta y los resultados de los exámenes. “Tres meses antes de conocernos, me hice una vasectomía. Aquí hay una nota que explica lo que me hice. Aquí hay dos tests que indican que mi semen no sirve. Inútiles. Mis espermatozoides son inútiles. El bebé que tenés adentro sencillamente no es mío”.


Esta mujer no se convencía ni por la lógica ni por la documentación concreta. “Mentiras, eso es todo falso”.



Estaba listo para eso. “No, son de verdad. Este último documento es de mi abogado. Es una carta simple dirigida a ti, y dice que si inicias algún procedimiento legal para que mantenga al niño, demandaremos un test de ADN para probar la paternidad. O sea, para probar que ese bebé no es mío”.


Le doy todos los documentos. Los lee lentamente. Con el pasar de cada segundo, siente en su alma que ha cometido un grave error. Sin decir nada, empieza a lagrimear. Luego se vuelve un lagrimeo más profundo y doloroso. Para cuando llega a la carta del abogado su llanto es pronunciado.


Yo no tuve lastima para ella. Me di vuelta y camine hacia la salida. Aún después de haber cerrado la puerta podía oír su llanto.






Epilogo

Nunca volvió a comunicarse conmigo. Escuché por unos amigos que ella igualmente tuvo el bebé. También supe que el padre real era un tipo de una banda que ella había conocido. En algún momento llegué a pensar que después de los 30, las mujeres dejan de buscar músicos, motoqueros, criminales y matones. Tonto de mí por pensar bien de las mujeres americanas.


La moral de la historia:
Hazte una vasectomía, pero mantenla en secreto.


La historia la encontré originalmente en este grandioso blog La ciudad de la Furia
junto a un brutal critica hacia este tipo de mujeres debes leerla es casi tan grandiosa como la historia misma

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